La Clave del Verdadero Reconocimiento 5
Sábado, 10 de noviembre de 2018
Para poder llegar a una transformación real y duradera de la Realidad Verdadera necesitamos si o si, experimentar y cultivar samadhi, porque sin samadhi no se pueden penetrar totalmente las barreras o los límites o las capas de la ilusión. Para que os hagáis una idea, escuchar enseñanzas es como si por primera vez te parases delante de una pared, la cual te cubre todo un panorama de percepción, que nunca te habías percatado que existía delante de ti; reflexionar es como si te acercaras a esa pared y empezaras a tocarla suavemente, a palparla para sentirla, a investigar el aspecto más superficial de cómo se siente y qué es; meditar es como empezar a quitar trozos o capas para empezar, por primera vez a investigar o analizar con mucho más detalle y consciencia de qué está hecha, qué es, cómo funciona, que repercusiones tiene etc.; pero la contemplación o el samadhi, que es la investigación o penetración constante, es decir sin perturbación o distracción, sobre su naturaleza, es como usar una púa, o una sierra, o un hacha, o una taladradora, o un buldócer (excavadora) para destruir la pared totalmente, estas diferencias dependen del método de práctica que usemos.
Por lo tanto, nos tiene que quedar claro que el samadhi es crucial, sin él simplemente nos quedaremos en meras palabras, o en una mera investigación superficial si no podemos ejercerlo, por lo tanto, implicaría que nuestro nivel de conocimiento o sabiduría derivada de la técnica aplicada se quedaría a nivel superficial, no tendría la fuerza para romper los velos y los hábitos construidos durante tantísimas vidas.
Sin seguir ninguna definición establecida por los textos, voy a explicar de una manera sencilla diferentes tipos de samadhi. Existe el samadhi que se parece al sueño profundo, es decir, es un samadhi donde todos los sentidos se recogen y uno pierde el contacto total con el mundo externo sensorial, por lo tanto, en nuestra conciencia no aparecen objetos ni experiencias sensoriales, al igual que ocurre cuando dormimos, ¿es así o no? ¿Es verdad que cuando dormimos profundamente no se nos aparece en nuestra mente ningún aspecto del mundo físico externo o interno?, pues bien, si esto se produce como un mecanismo natural de la fisiología de nuestro organismo, por qué no se puede producir por voluntad propia?, por lo tanto, cuando somos capaces de absorber nuestra mente en un tema de meditación y perdemos todo contacto con el mundo externo, y nuestra mente se absorbe totalmente, y se queda como en un estado de suspensión mental, en aquello que está contemplando, y no hay la más mínima agitación o movimiento, no existe perturbación del mundo externo o interno en ningún sentido, eso es un tipo de samadhi.
El siguiente samadhi es el samadhi que se da por el movimiento del prana dentro del canal central y/o en los chakras. Esto es un samadhi muy intenso, donde se suelen dar un despliegue de experiencias, visiones, comprensiones muy exaltadas de niveles sutiles de manifestación, energía, seres, mundos o realidades. Para conseguir este samadhi no solo hay que concentrarse con la mente, uno tiene que saber manipular el prana, y dirigirlo al canal central, y luego dirigirlo o introducirlo en los chakras, y luego sostenerlo o mantenerlo o retenerlo allí, entonces se abre la experiencia del chakra o se abre el chakra que es lo mismo. Esto produce no solo una absorción, produce un estado extático muy exaltado, donde la riqueza de la experiencia es como estar embriagado, como saturado de néctar de felicidad y plenitud, simplemente es como un éxtasis pero muy intenso y muy duradero, y a la vez muy puro y sutil, pero es muy palpable, es decir, no es algo efímero; todo tú estás sumergido en una experiencia indescriptible de gozo, éxtasis, expansión, que además deriva comprensión y abre la riqueza del mundo de las cualidades y experiencias del cuerpo del sambhogakaya o cualidades y visiones extraordinarias de los mundos sutiles y seres de luz.
El último nivel de samadhi que voy a comentar hoy es el tipo samadhi de Dzogchen o Mahamudra, el llamado en sánscrito “Sahaja Samadhi”, que es el samadhi natural o del estado natural. Esto hace referencia a que es la experiencia del estado totalmente sin esfuerzo y espontáneo de nuestra realidad verdadera tal cual es. Este samadhi puede parecerse a varias cosas; puede sentirse como si fuera algo tan sutil y extenso que se convierte en una fortaleza, es decir en algo imperturbable, impenetrable, y eso es porque es como el espacio, es decir, uno experimenta realmente ser espacio; ahí no hay cuerpo, no hay pensamientos de yo estoy aquí, o yo me muevo, o siento esto o aquello, sin embargo, tu cuerpo y mente están presentes tanto aquí en este mundo físico, (aunque tú no lo percibes como tal), como en el mundo de la realidad verdadera que es como el espacio todo penetrante, que lo impregna todo. Te sientes más ligero que una pluma, no sientes dualidad, ni diferencias, ni siquiera cambios en tu consciencia, tipo cambios desde el estado de vigilia al estado de sueños o del sueño profundo.
Sientes una homogeneidad o integridad brutal en tu consciencia, que es continua, imperturbable, es decir, no hay ondas, no hay agitación. Por otro lado, la experiencia, también se puede decir que es como el flujo de un río, donde tú fluyes de forma natural con todo lo que pasa u ocurre, sin ni siquiera dividir o definir lo que ocurre, no existe fricción, ni freno, todo va como va y todo es puro y perfecto, tú solo te dejas llevar, pero tu mente no se mueve de sí misma.
Y la otra imagen que podríamos tener es la del aceite en el agua, es decir, aunque parece que estas dentro del mundo, en realidad no lo estás. No solo no te toca, es que no lo estás, nada del mundo te puede tocar o entrar, literalmente eres intocable, impenetrable, aunque parece que te mueves dentro del mundo, realmente no tienes experiencia del mundo, solo vives en la realización de lo que eres, como si fuera lo único que es, porque has realizado eso, que eso que eres es lo único que es, y todo lo demás no es, aunque incluso siga apareciendo desde el punto de vista de la relación que todavía te queda con los demás, pero tú ya has salido, ya has roto esa relación con ese tipo de mundo. Por lo tanto, no es solo que flotes por encima de los demás, en este caso el agua, sino que da igual donde estés dentro del agua, el agua no te toca, por lo tanto, para ti es como si no existiera. El nivel de este samadhi se puede decir que es el más sutil, natural y espontaneo, aquí no hay nada más que lograr, uno se ha fundido con la Verdad Ultima, y aunque los demás te vean todavía aquí, tú no estás ni aquí ni allí ni en ningún sitio, esto es la Budeidad, la felicidad, liberación e iluminación que no mora en ningún sitio.
Ahora, para avanzar con la enseñanza sobre La Clave del Verdadero Reconocimiento, hoy vamos a investigar el sueño profundo, para derivar cierto nivel de conocimiento, que nos ayude a entender la estabilidad meditativa o el samadhi.
Vamos a seguir profundizando en temas que ya hemos comentado a lo largo de estas enseñanzas respecto a encontrar el lugar más natural dentro de nosotros, en el sentido que implica el lugar natural de descanso, de relajación, de paz, y no hay ningún otro lugar más tranquilo y apetecible en nuestra vida o mundo que el dormir, el sueño profundo ¿es así o no?
Nos pasamos un tercio de nuestra vida durmiendo, o sea que, si viviéramos 90 años, aproximadamente estaríamos 30 años durmiendo, ¡ostras! Se dice pronto hermanos, pero son ¡30 AÑOS DE NUESTRA VIDA ENTERA!, o sea que algo importante debe ocurrir en ese estado o experiencia, que es fundamental o totalmente necesario para nuestra supervivencia. Según algunas explicaciones y textos de Jñana Yoga (el Yoga de la Sabiduría Innata), el estado en sí del autoconocimiento, la realización o la liberación es muy similar o está muy cercano al estado del sueño profundo, y si esto es así, y además nos pasamos 30 años de nuestra vida en ese estado, lo deberíamos conocer muy bien. Pero desafortunadamente no es así, prácticamente no sabemos nada de lo que significa y de qué ocurre en el sueño profundo, no solo a nivel científico, que no es lo que nos interesa aquí, sino como individuos, a nivel de experiencia personal, NO SABEMOS NADA, y es una pena, porque si gastamos tanto tiempo en ese estado y en realidad no nos sirve conscientemente de mucho, o no podemos usarlo deliberadamente para conseguir más conocimiento de la realidad de lo que somos, entonces ¿qué desperdicio no?
En estas explicaciones no quiero usar un exceso de palabras para apuntar la forma de practicar, lo que tenemos que conseguir etc., lo que quiero es que algo sencillo os pueda llegar, que podáis asimilar algo que sea fácil de entender y aplicar. Por lo tanto, aquí va la explicación.
Lo primero que debemos hacer es examinar qué pasa realmente en el sueño profundo; y lo que vemos es que todos los tipos de percepción y conocimientos ordinarios, me refiero del mundo dual, sean externos o internos, desaparecen. No de una forma vaga o superficial, en absoluto, desaparecen totalmente, no queda rastro de nada del mundo externo o interno de nuestra experiencia, ¿Dónde se ha ido todo? Eso quizás es una de las primeras cosas a examinar; y me gustaría que en este proceso os enfocárais, no en los nombres de las cosas, sino en qué ocurre de verdad a nivel experimental dentro de ti, en tu persona, en tu mente, en tu consciencia. Por lo tanto, ¿dónde se va el ajetreo?, ¿dónde se van las percepciones?, ¿dónde se va la locura?, ¿dónde se van los pensamientos, los puntos de vista, las emociones, las sensaciones?; ¿NO ES INCREIBLE? Había un mundo fantásticamente variado, rico y vivo de experiencia delante y dentro de nosotros, y de pronto ¡CHIS PLÁS! Ya no está, se ha ido… ¿se ha ido? ¿A dónde y por dónde se ha ido? ¿Me ha salido por las orejas? ¿Me ha salido por los ojos, por la piel, por la nariz, por la boca? ¿Qué ha pasado para que todo desaparezca y no deje ni huella? Y lo siguiente es, ¿y qué ocurre cuando eso pasa? ¿En qué estado me deja? ¿Qué experimento entonces a partir de ahí?; porque esta experiencia es muy importante, ya que la usamos durante un tercio de nuestras vidas, debe ser muy importante y necesaria. Pero en el camino espiritual se dice, que aunque a nivel ordinario eso sea así, si no vemos lo que ocurre ahí en ese estado, por mucha calma y paz que nos dé, no nos sirve para mucho más que para seguir dejándonos llevar por nuestras tendencias el día siguiente, ¿Es así o no?, es decir, no nos sirve para solucionar la ignorancia y los patrones mentales y emocionales, sin embargo, si lo usáramos correctamente, si nos serviría.
Entonces ya tenemos dos cosas para ver, ¿a dónde se va ese mundo de percepción?, y ¿por dónde se va? Es importante descubrir esto, porque nos dejará algo perplejos para empezar, nos dejará un poco boquiabiertos. Tenéis que preguntaros esto e investigarlo para poder tener una visión o experiencia de qué ocurre de verdad, no quedaros en una mera idea.
Otra cosa importante, es que ese estado ocurre de forma natural, es decir, hay una serie de fenómenos que ocurren en mi organismo y mi mente que producen o traen ese estado, pero ¿puedo yo promover ese estado tal y como se produce de forma natural? Claro que sí. Y si veo y entiendo su mecanismo, de lo que me daré cuenta es que ese estado, si lo hago desde la consciencia de vigilia, se llama samadhi, o absorción de la consciencia en sí misma, por lo tanto, ya no hay dualidad, no hay movimiento de energía, ni de pensamientos etc., todo está suspendido. Esto es algo similar a la experiencia de la absorción de los vientos en el canal central donde se da una retención natural de la fuerza vital y todo se para, o también se parece a la experiencia que se tiene cuando investigo el vacío de la mente o los fenómenos, e igualmente los pensamientos duales se paran. Por lo tanto, aquí, en mi propia consciencia, de una forma natural, se da una experiencia que es lo más cercano, se podría decir, de la iluminación, es más, en el estado de sueño profundo, la mente se acerca muchísimo a la luz clara de la mente en sí, a la luminosidad innata, que es la mente sutilísima de pura consciencia. Simplemente debemos aprender a usar ese proceso natural en la vigilia y durante el proceso en sí de entrada y salida al sueño profundo, para descubrir y entender qué ocurre. Cuando uno se hace el observador de los tres estados, de vigilia, sueños y sueño profundo, entonces según el Jñana Yoga, uno entra en el estado llamado Turiya, o cuarto estado, donde uno ya no está tan sujeto o influenciado por los tres estados de consciencia ordinarios (los cuales están sujetos a una ignorancia muy burda de la realidad).
Entonces lo que vamos a hacer es investigar esas preguntas que he dicho antes, y después de preguntarlas, investigar el mecanismo natural de cómo ocurre el proceso en sí de entrar en el sueño profundo, y una vez que lo vea, y lo tenga claro, debo morar en ese estado, como de sueño profundo pero de forma consciente, con reconocimiento de lo que mi consciencia ES cuando todo se ha disuelto; porque, ¿qué es más real?, ¿Cuándo están todas las manifestaciones pululando en mi mente sobre el mundo externo? ¿O cuando todo se ha disuelto y solo queda la consciencia pura en sí? Cuando digo real quiero decir, cuál es el estado último, o sea, en qué se queda todo al final, o sea, qué es lo que queda realmente cuando todo se va.
Entonces, pienso en esas preguntas, y si lo hago correctamente veré algo así como una disolución de todas mis percepciones y pensamientos, pero quiero que uséis las preguntas referentes al sueño con total intención de querer resolverlas para traer consciencia a la mente de vigilia, de qué es lo que ocurre realmente en ese instante, y si lo veis, algo claro se os revelará, y entonces moras ahí. La práctica consiste en preguntar, mirar para reconocer y morar ahí; pero cuando pierdo el proceso en sí, debo recordarlo y volver a él, porque con solo mirar una vez no va a ser suficiente para destruir las tendencias de la mente, por lo tanto, debo mirar y morar ahí, hasta que pueda morar en esa realidad que he visto directamente de forma natural.
Vamos a hacerlo.
Ejercicio de Meditación
Durante el sueño profundo, desaparecen todas las percepciones tanto internas como externas; lo que ves, lo que piensas, lo que sientes … TODO.
TT: ¿A dónde se va todo?
Estudiante: A ningún lado
TT: ¿De dónde viene cuando se manifiesta?
E: De ningún lado
TT: Entonces, si no vienen de ningún lado ni se va a ningún lado, ¿qué es?
E: Nada
TT: No es que no venga de ningún lado, viene de tu consciencia, eso es un poco diferente. Tenéis que pensar en eso. Si fuera nada no lo podríamos percibir y si viniera de la nada querría decir que la nada existe. Por eso hay una pequeña diferencia entre ver que no viene de ningún sitio y ver que viene de tu consciencia. Esto es muy importante y es la clave de la práctica, todo lo anterior es solo una preparación para esto.
Cuando ves esto, tú ves la mente iluminada, tal y como es, como la vio Buda Shakyamuni, Guru Rinpoche, todos. Es la misma mente, no hay diferencia. Esa mente no crece ni decrece ni se perfecciona ni se deteriora. Cuando ves esa mente, hay algo muy profundo y radical que se queda dentro de ti. Ver esa mente como estoy diciendo, es ver la visión profunda. Eso no es solo ver el vacío, es mucho más, tú estás viendo la mente iluminada, la luminosidad innata. Pero tienes que practicarla, buscarlo y querer ir a verlo. La causa número uno para que lo veas, es que tú quieras verlo, no hay otra causa. Pero claro, si solo quieres verlo un momento, eso no sirve. ¡¡Tienes que querer verlo, hasta que lo veas¡¡ Hasta que lo veas, no puedes parar, si paras no lo ves!!!
La motivación de la Bodhichitta solo sirve si no paras, si paras se para, y entonces no tienes visión. Una vez que tienes la visión, es como haber entrado en el vacío, hay una inercia natural, ya no necesitas tanto esfuerzo, pero antes de ver necesitas todo el esfuerzo. Todo el esfuerzo de tu mente puesto en eso, solo eso, continuamente. Entonces eso produce lo que se llama la acumulación de energía para ver la verdad. Pero si no se hace así, no se puede ver. La constancia es crucial. El entusiasmo por ver es crucial, constantemente. Entonces al principio cuesta, pero antes de que veas, hay algo que cambia dentro de ti, entonces ya no te cuesta… tú estas mirando y no te cuesta. Hasta que un día el mirar, el ser constante mirando, te despierta. Porque cuando tú estás viendo el vacío, estas ahí pero no lo ves, porque todavía no tienes la energía de aguante, porque no puedes mantener eso. Entonces para tenerlo, tienes que mantenerlo, y ese mantenimiento se llama samadhi. Ese es el proceso.
E: Cuándo estamos mirando los conceptos, los pensamientos, lo que hay, y lo asemejamos al sueño profundo, o queremos entrar así, es como que todo se disuelve, o algo se disuelve, …hay algo que se disuelve. Cuando luego volvemos, eso que se disuelve, ¿hace como una conjuntiva entre pensamiento, percepción y visión, que otra vez se forma como una percepción consciente, como la conciencia…?
TT: La conciencia está continuamente, se vaya o no se vaya la forma, la conciencia está continuamente. Lo que pasa es que la conciencia a veces manifiesta, y a veces no manifiesta. Pero la conciencia, lo que significa la luz de la conciencia, es decir, la luz del conocimiento, siempre esta, siempre, siempre. Eso no crece ni decrece, no se puede destruir, eso es lo que tú eres, eso es lo que se llama el Buddha en ti, eso es lo que se llama tu naturaleza de Buddha. La naturaleza de Buddha no es algo que tú atraes, o que tú ganas, o que tu reúnes. La naturaleza de Buddha es algo que ya está, simplemente la despiertas, te das cuenta de lo que es eso, y ya está.
E: ¿Entonces no hay nada que se disuelve?
Respuesta: No claro que no. Si no viene de ningún sitio, quiere decir, que lo que tú crees que surge, no surge, por lo tanto, si no surge, ¿cómo se va a disolver? Eso es entender el vacío. Pero hay algo más, que es; ¿Dónde se da eso?, y eso es la mente iluminada. A partir de ahí no hay más, si tú ves eso, tu entras en la visión profunda, el primer nivel de Bodhisattva, pero tienes que verlo. No solo entender que esto aparece, que desaparece, Tienes que ver el suelo primordial que no se mueve. Eso es lo que tienes que ver. Eso es lo que se llama, visión profunda. Es el principio de la realización, y es el principio y el final de tu samsara. Samsara, no desaparece porque esto desaparece, no. Porque si esto no viene de ningún sitio, no tiene que desaparecer para que tú te ilumines. Entonces que desaparezca y que tú puedas ver la realidad verdadera, eso es el principio, pero no es el estado completo. El estado completo no depende de que esto aparezca. Entonces eso es lo que tú tienes que ver.
Se llama Budeidad porque no mora en ningún extremo, ni en samsara ni en nirvana. Quiere decir, ni en el vacío, ni en la forma. La mente iluminada ve la indivisibilidad de esos dos aspectos, por eso se llama Budeidad. No es solo nirvana. La Budeidad es todo, en la Budeidad está todo, no se puede describir. Y cuando pasas este umbral, ese umbral solo, entiendes lo que estás viendo, nadie más lo puede entender. Eso se llama Dharmakaya, que es tu iluminación. Porque eso nadie más lo está realizando, solo tú, por eso se llama Dharmakaya. Y ahí, hay dos cosas, tú estás solo, nadie te entiende, pero a la misma vez eres uno con los Buddhas, las dos cosas. Todo es ambiguo. Tú no puedes describir nada, no puedes decir esto, esto…, no puedes y eso a la misma vez son dos cosas, la liberación y el gozo, porque no puedes describir. Todo lo que se construye, se destruye. Llega un momento en el que tu experimentas satisfacción, lo que significa liberación. En la liberación no es que no ocurra nada, no. La liberación es todo, todas las cosas, todo. Todo está liberado ya, pero el poder no está en las cosas, está en la mente. Entonces tienes que ver esa mente, y mientras tengas conceptos, no ves nada, no puedes ver. Los conceptos son la ignorancia, son el velo. Entonces cuando ves el vacío, lo único que estás haciendo, es que los conceptos no te perturben para poder ver la verdad, es lo único. El vacío es para que los conceptos no te velen, solo para eso.
E: ¿Pero siguen estando los conceptos?
TT: Cuando tú ves La Verdad, ves los conceptos, pero a la misma vez son vacíos. Las cosas que tú ves son conceptos, pero cuando has visto su realidad verdadera, no ves esto ni el concepto, solo ves tu mente iluminada, solo, nada más.