La Clave del Verdadero Reconocimiento 8
Sábado 1 de diciembre 2018
Debido a que algunos me habéis preguntado cosas sobre el camino general y la meditación y la post-meditación, la enseñanza de hoy va sobre todo esto. Como hay muchos de vosotros que realmente estáis interesados en practicar correctamente el camino del Dharma y queréis hacerlo como se debe, es por esta razón por la que voy a comentar por encima qué se debe hacer para ir en la dirección correcta y tener una cierta seguridad de que estáis haciendo todo lo que debéis para poder conseguir algún fruto en esta vida.
Es lógico que cuando entramos en el Dharma y llevamos un tiempo, nos demos cuenta de que la cantidad de enseñanzas tan variadas y vastas que hay es monumental. Parece imposible poder estudiar y entender todo lo que se enseña en una sola vida. Pero en realidad, hay que saber que las enseñanzas que hoy en día se dan y recibimos, vienen de un linaje vivo que ya ha testado el proceso en sí. Además de que, los maestros del pasado ya se encargaron de sintetizar todo lo posible el compendio de todas las enseñanzas del Buddha y sus comentarios. Creo que la mayoría de estas enseñanzas las he ido explicando a lo largo de estos años. Aun así, aconsejo a aquellos que podáis y tengáis tiempo, que uséis libros, textos o audios de otros maestros que explican o se extienden a fondo en todos los tipos de enseñanzas. Eso es muy útil y enriquecedor.
Si no obviáis los pasos a seguir con respecto a qué escuchar, reflexionar y meditar, aunque al principio parezca un trabajo largo y arduo, poco a poco iréis viendo que, por hacerlo bien, el fruto es más estable y profundo. Pero si lo hacéis rápido y superficial, el fruto será consecuentemente, más pasajero y menos relevante, es decir, nos ayudará menos a transformar nuestra mente.
En el camino son necesarias tres cosas que no podemos eludir, y aquel que intente eludirlas o no las haga bien, da igual que luego diga que lleva diez o veinte años practicando dharma, es posible que no le saque mucho provecho si no ha hecho el proceso de la forma correcta. Uno tiene que escuchar todos los niveles de enseñanzas, luego tiene que reflexionarlo a través de su análisis personal para que se produzca una comprensión intelectual que nos permita colocar todo en nuestro mundo y marco de percepción, a la vez que nos ayuda a interconectar todos los niveles de enseñanzas, entendiendo cual es la particularidad de cada una y su uso. Y finalmente uno debe poner en practica esas enseñanzas, a ser posible, todos los niveles de enseñanzas gradualmente, por lo menos para ganar un cierto nivel de experiencia directa sobre lo que quieren decir y que se produzca un cierto cambio en nosotros de acuerdo a esas prácticas.
La práctica solo se divide en dos fases: meditación y post-meditación. Meditación es cuando te sientas de forma deliberada, en un ambiente propicio y tranquilo, para poder analizar y reflexionar sobre las enseñanzas; al principio solo es reflexión. Por otro lado, ya sea junto a esta fase, o posteriormente cuando haya pasado un tiempo de nuestra practica de reflexión, uno debe practicar samatha o calma mental, es decir, concentración en un punto. Estos dos niveles, el de la reflexión y análisis, y el de la calma mental son la base para que luego podamos meditar correctamente y llegar a extraer una experiencia directa de eso sobre lo que estamos meditando. Entonces, estas dos cosas se pueden hacer en un mismo día, dedicando un tiempo y sesiones a una, y un tiempo y sesiones a otra, o podemos primero dedicarnos un tiempo a la fase de reflexión analítica (ejem: 1-2-3 meses), y luego empezar con samatha, e incluso luego ir alternándolo, 1 mes una, un mes otra. Pero algunas personas pueden preferir, hacer toda la fase de reflexión de una vez, es decir, varios meses o más, y luego dedicarse por completo a samatha, hasta conseguir alguno de los niveles de concentración donde por lo menos nuestra mente no se mueve del objeto de concentración. En fin, esto es algo que cada uno debe medir de acuerdo a su vida personal y las tendencias de su mente.
Por ejemplo, no deberíamos obviar reflexionar y analizar sobre: las Cuatro Verdades Nobles, la Verdad del Sufrimiento (donde examinamos los 3 niveles del sufrimiento: el sufrimiento del sufrimiento, el sufrimiento del cambio, y el sufrimiento condicionado que todo lo penetra) (Todos estos ejemplos de cosas a escuchar y reflexionar ya han sido dados en enseñanzas, aquellos que quieran saber en qué audios están tienen que preguntárselo a Vajra). Cuando uno está en la fase de post-meditación, uno tiene que intentar aplicar lo que ha entendido durante la fase de meditación. En el caso del sufrimiento del sufrimiento, que es el primer nivel, el más burdo de experiencia de sufrimiento, uno simplemente es consciente de los sufrimientos, dolores que se dan a través del cuerpo, de los agregados etc., y cuando digo que uno se hace consciente, me refiero a que uno los percibe y no intenta inmediatamente solucionarlo, ocultarlos, o rechazarlos, que eso es lo que se hace de forma inmediata e inconsciente como hábito cuando tenemos una experiencia de sufrimiento, y que además ya sabemos que nunca nos sirve para entender algo más profundo. Un meditador no hace eso, un meditador lo observa y simplemente lo usa para comprender que la naturaleza del cuerpo y de la entidad, es sufrimiento, y lo percibe ahí, en crudo sin cambiarlo, sin perturbarse, viéndolo como un proceso natural de la manifestación. Esto es a lo que me refiero con meditación y post-meditación en esta fase.
Luego uno reflexiona sobre la Verdad de la Causa del Sufrimiento, entonces se da cuenta de que nuestra experiencia de placer o felicidad y la de dolor o sufrimiento, están basadas en las tres emociones raíces, ignorancia (desconocimiento de la verdad a nivel último, y agarre a la entidad a nivel convencional), el deseo (querer lo bueno y lo que nos da la satisfacción), y el odio o el rechazo (quitarnos o destruir lo que nos desagrada o nos hace sentir mal). Entonces tendríamos que reflexionar sobre, cómo realmente estas tres son las causas de todas las demás emociones y experiencias aquí, en nuestro cuerpo y mente. Luego en la post-meditación, cuando experimentamos placer o dolor, deberíamos observar cuál es la causa de que eso se produzca, por qué experimentamos esos cambios continuos, de estar bien y estar mal, etc.
Luego uno reflexiona sobre la Verdad del Cese del Sufrimiento, que básicamente es entender que la naturaleza de nuestra mente es el Buddha, que nosotros poseemos el Tathagatagarbha, y por eso todas las demás experiencias de samsara son solo temporales, y pueden ser purificadas y finalmente erradicadas, porque no son parte de la naturaleza fundamental de la luminosidad innata. O sea que uno reflexiona sobre las cualidades de la naturaleza de la mente despierta y desarrolla convicción en ella, es decir, que ese es el fruto definitivo, y que se puede salir de samsara y trascender el sufrimiento de forma definitiva. (Aquí se pueden estudiar enseñanzas sobre la naturaleza de Buddha, como el Uttaratantra etc).
Luego uno reflexiona sobre la cuarta, la Verdad del Camino, que es lo que debemos hacer y aplicar para salir de samsara e ignorancia y despertar a nuestra realidad verdadera. La base de esto es el camino óctuple que básicamente se puede decir que tiene tres partes: meditar en la aspiración y aplicación de la bodhichitta, practicar calma mental, y luego investigar la naturaleza de los fenómenos y la mente para conseguir vipashyana. Igualmente, cada uno de estos hay que hacerlo en meditación sentada, y en post-meditación. En el momento en el que terminamos la sesión de meditación, empieza la fase de post-meditación, todo lo que llamamos movimiento y actividad, de cuerpo, habla y mente es post-meditación. Por ejemplo, una vez que hemos meditado sobre la bodhichitta, y hemos reflexionado sobre todos sus niveles y partes, es decir, como se aspira, como se desarrolla, intercambiándose a uno mismo por los demás, haciendo Tong-Len etc., entonces en la post-meditación, uno debe seguir recordando cualquiera de las cosas que haya entendido, aplicándolo así a sus experiencias cotidianas; entonces si uno tiene una confrontación con alguien, uno desarrolla paciencia, y el desarrollo de la paciencia está basado en bodhichitta porque tú no quieres dañar a nadie, quieres que todos sean felices y te gustaría ayudarles a salir del sufrimiento; por lo tanto, practicando paciencia, no solo no cometes actos negativos y no perjudicas tus propios logros, sino que al cultivarla, estás acumulando méritos virtuosos y estás generando la actitud del Bodhisattva que es el desarrollo de las seis perfecciones. Entendiendo que una persona rabiosa ha caído presa en ese momento de su visión incorrecta y de sus emociones aflictivas, reflexionas sobre cuánto de sufrimiento debe estar pasando, por eso uno no quiere añadir más a ese sufrimiento, y desarrollando paciencia, tarde o temprano podremos beneficiar a esa persona, e incluso ya lo estamos beneficiando por no caer en rabia nosotros mismos. Todo esto es post-meditación. También cuando vemos el sufrimiento de alguien y practicamos Tong-Len mentalmente sobre esa persona e nuestra vida cotidiana etc., esto forma parte del desarrollo de las seis perfecciones. Otra de las practicas más útiles con respecto a la bodhichitta es recordar la aspiración en cada acto que hagamos, así los actos ordinarios y banales se transforman en actos enormemente virtuosos y se impregnan de la energía compasiva y todopoderosa de la bodhichitta, y de esta manera, cuando vamos a comer pensamos, “Ahora voy a comer porque necesito energías para poder practicar mejor y sin demora conseguir la iluminación suprema por el beneficio de todos los seres que se ahogan en el océano de samsara”; esto también deberíamos pensarlo en cualquier otra actividad, cuando andamos, cuando hablamos, cuando pensamos, decimos, “Que este caminar, que este hablar, que estos pensamientos se manifiesten como las cualidades del bodhisattva y solo sirvan para beneficiar a los demás”. De esta manera todos nuestros actos se convierten realmente en causas que nos llevan infaliblemente a la iluminación suprema.
Cuando uno practica samatha, está claro que no se puede llevar la experiencia de samatha en su potencial total a la post-meditación, ya que, no podemos estar en movimiento y a la vez estar en total absorción en nuestra mente, donde no hay sentidos activos etc., por lo tanto, la forma de aplicar esto en la post-meditación es básicamente recordando estar en el presente, sin irte con pensamientos de excitación, y sin dejarte caer en modorra, inconsciencia o letargia, sino manteniendo una mente fresca, lúcida y serena a la misma vez, aplicada a lo que estás haciendo, esto se podría llamar “la simplicidad del presente” en donde uno simplemente es consciente de todo lo que está haciendo sin fascinar ni proyectar nada. Si uno hace esto, sigue acumulando samatha en realidad, y posteriormente, cuando uno vuelve a sentarse, no está tan desconectado de la práctica. En realidad, toda la post-meditación está enfocada en seguir conectado a la práctica y que no desperdiciemos lo que hemos entendido y conseguido cuando estábamos sentados, así el avance es mayor y afianza nuestra fuerza y entusiasmo hacia la menta.
Luego hay que reflexionar en los cuatro pensamientos que alejan la mente de samsara, porque son la reunión de todos los aspectos más importantes descritos por el Buddha en los sutras para generar cualidades dharmicas, tipo renuncia, entusiasmo, compromiso, disciplina, fe, etc., estas reflexiones es totalmente necesario que se hagan bien y que se llegue a una experiencia de cada una de ellas: el perfecto renacimiento humano, la impermanencia y la muerte, el karma, y el sufrimiento de samsara. Y todo esto también debe aplicarse en post-meditación. Por ejemplo, una vez que uno ha investigado qué significa e implica la impermanencia en la fase de meditación, lo debe aplicar a la fase de post-meditación. Por ejemplo cuando uno tiene emociones aflictivas, si las ve como transitorias y no les da mucha importancia, entonces se agarrará menos a ellas, o si uno entiende que cierto conflicto con una persona es pasajero y que mañana todo puede cambiar, uno no generará emociones aflictivas dañinas, etc., Con respecto a la muerte, uno debe aprender a ver la incertidumbre de ella y entender que cada respiración, cada acto que haces, está más cerca de la muerte, de esa manera uno genera gran entusiasmo por la práctica porque, en realidad, uno no sabe cuándo va a ocurrir, o sea que uno no quiere perder el tiempo en cosas vanas y superficiales. Con respecto al karma, uno debe darse cuenta de que todas las acciones, a cualquier nivel, producen resultados, por lo tanto, uno debe generar suprema alerta sobre sus acciones y tendencias para evitar las negativas y fomentar y hacer crecer las positivas, etc. Y con respecto a los sufrimientos de samsara, uno debe generar desapego a samsara, porque da igual lo que estés disfrutando, o los logros que consigas por medio de la dualidad y la ignorancia, nada de eso te sirve para trascender el sufrimiento a nivel último, incluso los dioses, tarde o temprano tienen que volver a caer a niveles de existencia inferiores, por lo tanto, uno genera disgusto con todo lo que promueve la existencia cíclica y se centra en el proceso en sí del dharma de forma total.
Aunque puedan haber algunos otros aspectos generales básicos de reflexión (como por ejemplo, sobre los doce eslabones de interdependencia, las ocho preocupaciones o dharmas samsaricos mundanos, el refugio etc.), se puede decir que a partir de aquí se pasaría a la reflexión sobre los temas que generan sabiduría, en este caso me refiero a escuchar enseñanzas y luego reflexionarlas sobre el vacío de la entidad, la interdependencia, el Sutra del corazón, el camino medio, y si podemos escuchar enseñanzas sobre las cuatro escuelas también es muy útil; y luego seguiríamos con Mahamudra y Dzogchen. O sea que todo esto, primero hay que escucharlo, luego reflexionarlo y meditarlo, y luego empezar a aplicarlo y corregir nuestra comprensión a nivel práctico, es decir, en la propia aplicación, y luego entrar en contemplación profunda del vacío etc.
La forma de aplicar el conocimiento del vacío a la post-meditación, básicamente es, o bien ver la interdependencia de los fenómenos, por ejemplo, cuando observamos un árbol, ver y reflexionar como no existe árbol por su propia fuerza, sino que es dependiente de otros múltiples factores que hacen que este se origine o aparezca, por lo tanto, vemos como depende del sol, de los minerales del suelo, del oxígeno, del agua, etc., o cuando tenemos una experiencia agradable, también tenemos que reconocer que depende de factores y no es autoexistente, o que no solo viene del objeto que nos proporciona felicidad, etc., de esta manera, estamos contemplando que todo es interdependiente y por lo tanto es vacío de existencia intrínseca, por lo tanto es solo una apariencia, que aunque aparece y se experimenta, no tiene existencia independiente y autónoma, es decir, que en realidad no existe como tal.
Las otras formas de ver y relacionarnos con la manifestación desde el punto de vista de la sabiduría, es usar los ocho ejemplos de ilusoriedad, es decir, que todo es como un espejismo, como un sueño, como una ilusión mágica, como una alucinación, como una ciudad de gandharvas, como un reflejo en un espejo, como un eco, y como una aparición o fantasma. O sea que directamente intentamos ver desde nuestra mente que todo es un mero reflejo ilusorio, aparece pero no hay nada ahí en su fondo o naturaleza fundamental, sino que es una apariencia vacía; y esto elimina los dos extremos de la confusión, es decir, debido a que aparece elimina el extremo del nihilismo (pues decir que simplemente no hay nada, es una negación incluso de que algo aparece, y eso no lo podemos hacer, porque sí experimentamos algo), y debido a que es vacío conforme aparece, es como una ilusión, entonces eliminamos el extremo del eternalismo (es decir, que hay una entidad eterna existente).
Hasta aquí se cumplen todos los niveles de reflexión, desde los niveles más convencionales y de la realidad relativa, hasta los niveles de la realidad última o que generan sabiduría.
El próximo día, explicaré la meditación y la post-meditación desde la práctica de Dzogchen o la naturaleza de la mente.
Ahora vamos a contemplar solo la mente natural, tal y como lo explicamos al principio. Vamos a ser conscientes de cuál es el estado de nuestra mente tal cual Es; si no manipulo nada, si no quiero nada, si no freno nada, si dejamos que la mente manifieste lo que manifieste, que se mueva o que no se mueva, que sea lo que es, pero sin perder alerta ni consciencia, estando presentes, sin irnos, porque si nos vamos, toda la práctica se desperdicia. Entonces, ¿Cómo es nuestra mente en su estado natural? O sea que hay dos cosas, primero encontramos el estado natural del Ser o la Mente, nos relajamos en ello sin pretensión, ni tensión, ni limitación, ni condicionamiento. Luego dejamos que la mente sea lo que sea; si algo surge lo dejamos, si hay algo que creemos que no nos gusta, lo dejamos, si nos gusta lo dejamos ser lo que es, no pensamos nada de si eso es bueno o malo, o si debería de estar o no, no generamos reacción ni gusto o disgusto por ello. Tenemos que encontrar ese punto, y una vez hecho eso, NO NOS DISTRAEMOS, tenemos que saber encontrar ese estado de alerta o presencia en esa naturalidad y soltura de lo que nuestra mente ES.
Hagamos esto.
Preguntas y Respuestas
Pregunta: Cuando estás haciendo la práctica, si te da sueño, pero en ese estado hay una parte consciente que sigue observando, ¿eso es adecuado o no es adecuado?
Maestro: Si, pero tienes que contrarrestar el sueño y antidotarlo. Si intentas antidotarlo y no ocurre, tienes que dejar la sesión, entonces te refrescas, tomas aire y luego vuelves otra vez. Porque todo lo que hagas que tenga suciedad, luego te nubla el fruto. Entonces, si la meditación tiene que estar libre de excitación y laxitud, cada vez que ocurre tú tienes que cortarlo, tienes que antidotarlo. Si lo intentas varias veces y no se puede, tienes que parar la sesión. Si el mismo problema, te pasa muchas veces y no puedes solucionarlo, entonces tienes que preguntar para que se vea cómo resolverlo. Porque si no lo resuelves no hay fruto.
Pregunta: ¿Y cuando en vez de sueño es por ejemplo un dolor? Que te duele algo y lo estas atravesando, ¿sería lo mismo? , es decir, si consigues ver que el dolor no es real y puedes estar estable en la sesión te quedas, pero si no ¿también habría que dejarlo?
Maestro: Si el dolor no te genera excitación o laxitud, si puedes mantener tu mente en lo que estas sí, pero si el dolor te está generando laxitud o excitación y no puedes solventarlo, entonces tienes que dejarlo.
Las desviaciones o los obstáculos tienes que solventarlos, no puedes arrastrar todo el proceso de tu meditación con los obstáculos que surgen, no puedes arrastrarlos porque entonces crecen y vas arrastrando, uno, otro, otro, y van creciendo, entonces tienes que saber cómo cortarlos.