Más Allá de la Expectación y el Miedo: El Fruto.
20 abril 2020
En el momento en que se tiene la visión…
Serás como el cielo,
Cuando un arco iris aparece,
No se siente halagado.
Cuando las nubes aparecen,
No se siente desalentado.
Tú te ríes desde dentro conforme ves
La fachada de samsara y nirvana.
Te mantendrá continuamente entretenido,
Todo el tiempo, con una pequeña
Sonrisa interior burbujeante.
Dilgo Khyentse Rinpoche
En estas simples líneas, a modo coloquial y despreocupado, Dilgo Khyentse Rinpoche, habla de forma algo poética y experimental, de lo que es la visión, la meditación, la conducta o acción y el fruto o realización: “En el momento en que se tiene la visión…serás como el cielo”, aquí está apuntando de una manera directa, sin usar ningún punto filosófico, lo que es la esencia de lo que uno tiene que ver que antes no había visto, y por eso se llama visión. Esta visión tiene que revelarse como el cielo, es decir, que cuando ves por primera vez la esencia de tu mente y de los fenómenos, sólo encuentras espacio consciente y nada más; es decir, si uno no investiga con meticulosidad, precisión y profundidad, su propia mente y la percepción de los fenómenos, claro que uno percibe cualquier surgimiento de fenómenos como si realmente estuvieran ahí, como si realmente surgieran y existieran de esa manera, pero cuando se dispone a ver en profundidad y detalle la realidad de todo eso, no encuentra nada, y ese no encontrar es como el espacio del vacío, como el cielo espacioso y abierto. Esto es la verdad última, esto es lo que se transmite por medio de las instrucciones medulares, la forma de reconocer la naturaleza o esencia de la mente.
“Cuando un arco iris aparece, no se siente halagado. Cuando las nubes aparecen, no se siente desalentado”, aquí está apuntando a la fase de la meditación, desde el punto de vista de que, aquel que ya ha abierto la visión profunda de la realidad de la mente y los fenómenos, es decir, de la realidad verdadera del conocedor y lo conocido, ya no se altera o no se deja influenciar, no distorsiona lo que ya ha visto dando igual lo que aparezca. Dicho de forma metafórica, el cielo, no se siente halagado porque aparezca algo bonito, ni se siente deprimido cuando aparece algo oscurecedor. En este contexto, esto implica que el observador que ya mora en la visión, o que ya ha adquirido o abierto el ojo a la verdad, ya no se altera, ni se perturba, ni se influencia por nada de lo que surja en él, pues ya sabe que eso que surge en esencia es primordialmente vacío y puro, es decir, que no es una realidad intrínsecamente real o existente por su propia fuerza.
“Tú te ríes desde dentro conforme ves la fachada de samsara y nirvana”, aquí nos está apuntando a la conducta o la acción, en la que se expone que todo lo que aparece ante la Consciencia Primordialmente Vacía y Clara es como una ilusión, es decir, es una fachada, o que simplemente es falso; por lo tanto, tal y como la palabra indica, cuando, como seres comunes, nos referimos a algo como ilusorio, lo que queremos decir es que, aunque aparece, no es real, o llanamente, que por muy real, vivido y tangible que aparezca, en realidad nunca ha existido de la forma en la que aparecía. Entonces, aquí se dice que conforme te mueves o te desenvuelves en las apariencias impuras de samsara o en las apariencias puras de nirvana, todas ellas tienen el mismo sabor en ser irreales o ilusorias. Esto no implica una negación total a su existencia o apariencia, ya que sería caer en el extremo del nihilismo, algo muy grave como desviación del camino hacia la iluminación. Lo único que quiere decir es que, aunque todos los fenómenos y estados de experiencia pueden surgir y así lo hacen, en realidad, surgen siendo ilusorios, siendo vacíos de tener una entidad existente independiente y tangible dentro de ellos. Por lo tanto, el sabio que conoce esta realidad verdadera de su mente y de todos los fenómenos, se mueve entre ellos con alegría, con despreocupación, con naturalidad y sin apego ni rechazo a ninguno de ellos, ya que todos solo tienen un sabor en ser vacíos e ilusorios.
“Te mantendrá continuamente entretenido, todo el tiempo, con una pequeña sonrisa interior burbujeante”, aquí se expresa el fruto o realización, donde todo lo que queda es dejar que el juego ilusorio de toda la manifestación siga su curso. Este estado de realización muestra absoluta liberación de la confusión y los estados de sufrimiento de samsara, y absoluta felicidad, no sólo porque ya nada puede tocarte o afectarte, sino porque vives en el estado de la Realidad Última de todos los fenómenos, en la Consciencia Primordialmente Pura, Vacía, Clara y Despierta, el Buddha en Sí Mismo, el Dharmakaya, y en este estado sólo hay eso. Y de ahí (ya que uno ha alcanzado la más absoluta y perfecta felicidad), una pequeña sonrisa interior burbujeante, lo que expresa de una forma sencilla, el fruto o realización final, donde los tres velos básicos de ignorancia, deseo y apego han sido totalmente purificados por la realización completa de la verdad.
Después de esta breve introducción, prosigamos con la enseñanza que toca, el Fruto o la consumación del Resultado, la Realización.
Guru Padmasambhava dijo: “No resuelvas el Dharma, resuelve tu mente; resolver tu mente es conocer al Uno que lo libera Todo; no resolver tu mente, es conocerlo Todo, pero faltándote el Uno”. Esto nos ayuda perfectamente a entender la unión entre la visión, la meditación, la conducta o acción y el fruto. El guru pone el espejo de la verdad delante de tu cara, y entonces, eres capaz de reconocer tu propia cara, la Esencia de la Consciencia en Sí Misma, que es Primordialmente Pura, Vacía e Inmutable, esto es la Visión, la llave de la liberación. Seguidamente, uno mantiene la continuidad de ese reconocimiento de la manera más fluida y natural posible, sin distraerse ni un instante, esto es la continuidad de la liberación, permitiendo que todos los pensamientos que surgen puedan liberarse por sí mismos. Después, uno es capaz de unir esa continuidad a todas sus acciones y actividades, esto es ganar confianza en la liberación natural de todos los fenómenos. Y finalmente uno agota sus deseos, agota su búsqueda, agota la percepción de los fenómenos ordinarios, y se encuentra en el reino absoluto de la pureza primordial, el Uno que Todo lo Abarca.
Cuando el velo de la fijación dual cae, los buddhas y los seres ordinarios son iguales, los reinos puros y los infiernos son iguales, el oro y la basura son iguales, el bien y el mal son iguales; llega un momento en el que uno no puede elegir entre uno y otro, porque los dos tienen el mismo sabor, la misma esencia y la misma experiencia. Pero mientras uno no ha llegado a esta resolución de forma total y completa, existen buddhas y seres ordinarios, existen los reinos puros y los infiernos, existe el bien y el mal; el karma sigue madurando y nosotros seguimos experimentándolo. Por eso, hasta que llegue ese momento, sé muy cuidadoso en tus actos y mantén la visión profunda todo el tiempo.
La esencia de la mente o de la consciencia es un Despertar Claro y Vacío, también llamado Luminosidad Innata o Luz Clara. Si uno reconoce esto, esto es lo que se llama iluminación o conseguir la budeidad, y como ya dijimos, en Dzogchen se denomina Re-Iluminacion, debido a que esa realidad ya Es de esa manera en su estado natural y original. Para dejarlo más claro todavía, Eso es lo que Tú y Todos los Seres Sois. No es que haya un estado concreto dentro de tu mente que sea así, eso es demasiado fabricado y complejo. Es más sencillo que eso; es que Esa Consciencia Pura, que Es Totalmente Clara, Luminosa y Vacía, es lo que Tú Eres, y nada más. Y cualquier cosa que experimentas sale de ahí y se disuelve ahí. Es más, está hecha de lo mismo que Ella Misma. Aquellos que son capaces de reconocer esta Realidad Innata se Re-Iluminan y se liberan como el Buddha Primordial, Dharmakaya Samantabhadra; y aquellos que no reconocen esta realidad de la mente, se llaman seres ordinarios que están sujetos a la ignorancia o desconocimiento de esta misma realidad.
Para continuar con la explicación de la enseñanza anterior referente a la conducta o acción, es muy importante entender que, el hecho de cortar con el apego o aferramiento hacia las percepciones sensoriales de los objetos permite la purificación del mundo externo; y el hecho de cortar con el apego o aferramiento al surgimiento espontáneo de las apariencias sutiles dentro de la consciencia, como son los pensamientos, las emociones, las sensaciones, las creencias, etc., permite la purificación del mundo de experiencia interno. En ambos casos, lo que se produce es una autoliberación de esos movimientos de energía aparentes, los cuales vuelven a su origen que es la Consciencia Pura Vacía o la Luminosidad Innata. De esta forma el fruto empieza a florecer, siendo en este caso, el hecho de experimentar que la esencia última de todas las cosas es simplemente esa Consciencia Pura Vacía.
El hecho de llegar al fruto o realización, se muestra con el ejemplo de llegar a la Isla de Oro, en donde no existen piedras ordinarias, nada de lo que se ve o experimenta ahí es ordinario, sino que todo tiene el mismo sabor, la misma experiencia, el mismo valor. Por lo tanto, a nivel del fruto esto significa que, debido a que todo se resuelve en la Esencia Primordial de la Realidad Verdadera Tal Cual Es, ya no queda ni el nombre de samsara o nirvana, y lo que antes se llamaba pensamiento ya no tiene sentido, ni lo que se llamaba objeto sensorial, ni lo que se llamaba emoción. En realidad, nada de lo que antes se podía describir y que parecía que tenía alguna realidad propia tiene sentido, es decir, todo se purifica a tal grado, que solo queda una experiencia única, que es, la Realización de la Realidad Última de la Mente, la Consciencia Pura Totalmente Clara, Luminosa y Vacía, y todo se experimenta como esa Realidad Única.
En esta realización, todas las dualidades, todos los opuestos que antes tenían tanto poder, importancia y fuerza, se desvanecen. Una vez que uno ha realizado que la esencia de todas las cosas, incluyendo su propia consciencia, es la Pureza Primordial, es decir, la Vastedad del Vacío de Entidad de Todos los Fenómenos, esto implica una gran liberación, ya que, donde antes todo parecía existir de forma independiente y autónoma, donde antes parecía que había una entidad totalmente establecida, debido a la propia apariencia de los fenómenos y a la designación proyectada por la mente conceptual, de pronto, todo este tinglado se deshace, se desvanece, y simplemente uno mora o se establece en la Realidad Última de Todas las Cosas (el Dharmadhatu), el Espacio Básico de Todos los Fenómenos. Esto es la Gran Liberación Natural, que implica, liberación de extremos o dualidad, ya que, a partir de ahora, ya no hay diferencia o distinción entre samsara y nirvana, entre puro e impuro, entre conocimiento e ignorancia, entre liberación y esclavitud, entre ser ordinario y ser un buddha, entre intelecto superior e inferior, entre sufrimiento y felicidad. A partir de ahora solo hay una cosa, Consciencia Pura Totalmente Clara, Luminosa y Vacía.
Longchempa decía: “La Consciencia Pura en su estado básico es como una semilla que, en realidad, cuando se ve, no es nada especial, no es algo extraordinario, es algo que prácticamente parece insignificante; pero cuando esa semilla madura y se desarrolla como árbol con flores y frutos, entonces sí aparece como algo extraordinario, como algo sorprendente”, ¡nadie se podía imaginar que eso existía dentro de esa semilla! Por lo tanto, la experiencia del fruto de la realización o la consumación de estar de forma completa y natural en la Realidad Verdadera de la Consciencia Pura Tal y Como Es, es la apariencia del fruto, una innumerable cantidad de cualidades que actúan por el beneficio de todos los seres sin parcialidad y de forma eterna; además, este estado de completa purificación de los velos conceptuales y emocionales produce innumerables conocimientos, estados de absorción meditativa (samadhis), poderes sobrenaturales, control sobre los elementos, etc., etc.
Cuando uno ya no abandona nunca la Consciencia Pura Vacía, Totalmente Despierta y Lúcida, eso es morar en la Sabiduría Innata, y esto es la Budeidad, esto es morar en el Fruto o en la Completa Realización. También es lo que se llama el Nirvana que no Mora, ya que uno está en un estado más allá de la apariencia de samsara y nirvana, más allá de tener rechazo a samsara y deseo por nirvana.
La fase final donde se manifiesta el fruto o realización, que es la maduración completa de la visión, significa tanto la completa purificación de todos los velos, emocionales y cognitivos; como la completa acumulación de méritos y energía; así como la estabilización completa de la sabiduría innata. Debido a este estado de perfección completa, las cualidades innatas puras y perfectas de la consciencia pura y vacía, totalmente despierta y luminosa, pueden expresarse sin obstrucción, más allá del tiempo y el lugar, por lo tanto, a partir de ahora, estas cualidades y cuerpos de buddha se manifestarán eternamente por todos lados, sin ningún tipo de limitación o predilección, serán como los rayos del sol brillando en un cielo totalmente límpido y vacío.
Llegar al fruto significa que la confianza sobre la Realidad de la Consciencia Pura es tal, que uno mora en un estado donde ya no hay nada que hacer. Esto no es cualquier cosa, esto conlleva muchas implicaciones empezando por el hecho de que uno ve que la Consciencia Pura Primordialmente Vacía y Despierta está más allá de ser algo que pueda ser oscurecido; se da cuenta de que nunca estuvo oscurecido. Por lo tanto, en lo que ella es, no hay base para purificar velos, es decir, no hay nada que eliminar, y tampoco hay nada que añadir, como el desarrollo de cualidades. Lo que todo esto quiere decir, es que su pureza y luminosidad es intrínseca, y que todas las cualidades llamadas “iluminadas” no son algo que surge debido a la causa y el efecto, sino más bien, son algo intrínseco en esa sabiduría innata. Creer que ahí dentro hay algo que purificar o hay algo que desarrollar es confusión. Y aquí uno entiende la declaración de Buddha Shakyamuni cuando dijo: “En la mente no existe mente, ya que la naturaleza de la mente es, de hecho, total lucidez”. Esto implica que, la esencia de la mente es totalmente pura y totalmente libre de forma natural, en su realidad verdadera tal cual es, desde el tiempo sin principio. ¿Por qué? Porque dentro de la mente no hay mente, es decir, que la mente en sí está vacía de algo que se pueda encontrar o definir como mente. Esto es la unión de la visión, la meditación, la conducta o acción y el fruto, ya que esto implica no solo la mente como experiencia interna individual, sino también a toda la manifestación de la mente, al igual que a todos los fenómenos, que en realidad son solo percibidos por ella y en ella. Es decir, que la realidad verdadera de todas las cosas o fenómenos está vacía de forma natural de la entidad de esos fenómenos, lo que quiere decir, que todo mora en el estado iluminado de forma natural, que nirvana es la verdadera realidad de todo, que lo único que existe es Dharmakaya, la dimensión de la Realidad Última, más allá del tiempo y el espacio.
En el estado del fruto, uno mora en esta total lucidez de tal manera, que ya no busca nada ni desea nada. Esto es a lo que se refiere “más allá de la expectación y el miedo”, que, entre otras cosas, significa que uno ya no espera encontrar nada más, uno puede ver con total certeza, que la Consciencia Pura, la Luminosidad Innata, Totalmente Vacía y Consciente, es lo Único que Es, es lo Único que Hay, es lo Único que Fue y es lo Único que siempre Será. Con esto, también se conquistan todos los miedos de que se pueda manchar, o de que se pueda perder en un cierto momento o debido a causas y condiciones, es decir, que uno ha entendido o ve con absoluta certeza, que Eso, siendo tu Propia Realidad Verdadera, siendo Lo Que Es, siendo lo que Tú Eres, nunca puede dejar de Ser Eso, nunca se puede perder, porque Eso Eres Tú. Si eso fuera una posesión, quizás habría margen de pérdida. Si eso fuera algo que ha surgido o se ha desarrollado debido a algo que hemos hecho, debido a causas y condiciones, entonces querría decir que puede cambiar, que puede ser mejorado continuamente, pero este no es el caso.
Mas bien, en Eso Que Es, no hay nadie que posea, ni nada que poseer; no hay nadie que mantenga, ni nada que mantener; no hay nadie que purifique, ni nada que purificar; no hay nadie que consiga, ni nada que conseguir. Esto Es Gran Perfección Natural, esto es lo que significa Dzogchen y la Esencia de la Mente Despierta como Tal, es decir, que esto es la implicación de que la visión, la meditación, la conducta o acción y el fruto, son uno y lo mismo, que no hay evolución de uno a otro, que la perfección ya es innata, que la pureza ya es innata, que las cualidades ya son innatas. Absolutamente todo es innato dentro de la Consciencia Pura, porque Eso es lo Único que Es.
La Esencia del Vacío es Consciencia Pura, la Esencia de los Pensamientos es Consciencia Pura, la Esencia de las Apariencias es Consciencia Pura, la Esencia de los Elementos es Consciencia Pura, la Esencia de la Dualidad es Consciencia Pura, la Esencia de Todo es Consciencia Pura. En este reino no hay otra cosa, esto es lo que se llama “la Fortaleza del Dharmakaya”. Uno llega a un lugar Inamovible, y que a la vez lo contiene todo, lo penetra todo.
La esencia del corazón de ti mismo es que eres Consciencia Pura Primordialmente Vacía, Lúcida y Despierta, tú eres el único conocedor de todo lo que ocurre en tu mundo, nada está separado de ti, y todo lo que surge o aparece dentro de ti como consciencia que todo lo conoce es como tú mismo, Primordialmente Puro y Vacío. Sin embargo, Tú, la Esencia de la Consciencia Pura, eres Inmutable, eres Inamovible, eres Trascendental, porque a pesar de que se manifiestan infinitas apariencias, a Ti, no te hacen nada, no te cambian nada, no te modifican en nada, no te dañan ni benefician en ningún sentido, ¿o es que los reflejos en un espejo afectan al espejo en algún sentido?, pues de la misma manera, ni tu cuerpo, ni tus pensamientos, ni tus emociones, ni tus acciones, pueden afectarte o alterarte en lo más mínimo, porque Tú Eres el Único Conocedor de Todo. Todo está en Ti, pero Tú no estás en nada, Tú estás libre de ser o no ser, de estar o no estar, y Todo en esencia es como Tú, igual de libre, igual de trascendental. Debido a esto, uno entra en el último fruto de la realización, donde no hay expectación ni miedo, ya no hay nada que ganar ni nada que perder, Tú Eres lo que Eres Eternamente, el Tathagata, el Despierto, el Iluminado, El Buddha.
Con todas estas enseñanzas que hablan de una manera directa y clara, yendo al grano sobre la esencia del proceso para poder conseguir la iluminación en esta misma vida, solo queda añadir, que con esta nuestra vida, hemos llegado a una isla de joyas, hemos llegado al lugar donde residen todas las potencialidades, tenemos un vehículo perfecto y unas condiciones muy favorables, la vida es realmente valiosa, pero es incierta, se mueve en un hilo de incertidumbre constante. ¡Qué desperdicio sería que, habiendo llegado a esta isla enjoyada, nos fuéramos con las manos vacías! Tenemos un cuerpo propicio, hemos conectado con el Dharma, hemos visto cara a cara al guru y hemos recibido sus instrucciones medulares y las bendiciones del linaje, pero si malgastamos nuestro tiempo en metas banales y sinsentido, ¿qué haremos en el momento de nuestra muerte? ¿qué nos podremos llevar con nosotros? Está claro que los objetos sensoriales no nos los podemos llevar, ni nuestra ropa, ni nuestras posesiones, ni nuestra fama, ni siquiera nuestro conocimiento relativo, pero debido a que nuestra consciencia es un continuo, las impresiones que hayamos plantado en ella si nos las llevaremos; si hemos plantado semillas virtuosas o no virtuosas, sí se vendrán con nosotros; si hemos desarrollado conocimiento y sabiduría, o lo opuesto, ignorancia e inconsciencia, si se vendrán con nosotros. Por lo tanto, ahora que podemos, tomemos una decisión, dediquémonos a ver la verdad, la realidad de quienes somos, ya que está ahí, dentro de nosotros, nadie tiene que buscarlo en algún lugar lejano, nadie puede decir en ningún momento del día que no está ahí presente, por lo tanto, usa esa presencia para ver y reconocer la verdad.
Esto dijo Dudjom Rinpoche respecto al Fruto:
“Este tipo de practicante de la Gran Perfección, aparece teniendo una forma humana ordinaria, pero en realidad, su mente es el Dharmakaya, la Mente de Sabiduría Primordial, Libre de Esfuerzos y Movimiento, y sin hacer nada, atraviesa todos los caminos y estados. Finalmente, la mente ordinaria y los fenómenos se agotan y se disuelven; y como el espacio de una vasija, que cuando se rompe, el espacio interior se une al espacio exterior, en el momento de su muerte su cuerpo se disolverá en átomos y se fundirá en el espacio, y su mente desaparecerá dentro de la naturaleza de los fenómenos. Esto es lo que se llama la obtención del Cuerpo de la Vasija de Juventud, que es la Claridad Interna del Suelo Original, el Espacio Prístino Inmaculado. Esta es la Consumación última de la Visión, la Meditación y la Conducta, es llamado el Resultado Inalcanzable Completamente Manifiesto. Las fases de las experiencias espirituales y la realización pueden surgir de forma progresiva o de forma inmediata, dependiendo de las facultades particulares de cada individuo, pero no hay diferencia cuando se logra el resultado definitivo.”
Una Bomba que Destruye la Dualidad
Para concluir todas estas enseñanzas y que nadie tenga duda de si la Iluminación es alcanzable o no,
Haciendo homenaje a mi Santo Guru Raíz, Lama Wangdor Rinpoche, la Esencia de Guru Padmasambhava,
Dentro del camino general del Dharma, si reducimos todo a tres puntos básicos necesarios para conseguir la completa iluminación,
Todo practicante debe generar y vivir plenamente de acuerdo con la aspiración de la Bodhichitta, el supremo y más puro deseo de querer conseguir la iluminación por el beneficio de absolutamente todos los seres sin excepción;
Seguidamente uno debe acumular una vasta acumulación de méritos y virtudes, junto con la purificación de los velos que impiden realizar la verdadera esencia de la realidad;
Y finalmente uno se dedica a realizar el vacío de entidad del yo y el vacío de entidad de los fenómenos, pudiendo así eliminar de raíz la dualidad, y esto hace que uno alcance la omnisciencia por el beneficio de infinitos seres.
Bien, estos son los puntos básicos generales del proceso del Dharma,
Pero dentro del camino tan especial de Dzogchen, todo esto cae de forma completa dentro de la realización del Uno que lo Libera Todo,
Que es la realización de la propia esencia de la mente, tanto de lo que vulgarmente se llama “yo” u “observador”, como de lo que se llama lo “observado” o “manifestado”.
Lo primero que debemos tener claro en este proceso es que,
La mente, la consciencia, ese lugar donde se da toda experiencia y conocimiento, siempre está ahí, ya que, ¿quién puede decir que no está?
Esta pregunta hace referencia al hecho de que, si alguien dice que “Eso no está ahí”, inmediatamente implica que el que lo dice, la consciencia en sí desde donde sale ese conocimiento o pensamiento, “sí está ahí”,
Por lo tanto, cualquier afirmación o negación que se haga sobre la realidad básica de la mente o consciencia, simplemente reafirma su propia existencia natural.
Ahora, el punto aquí es entender “de qué forma existe esa mente o consciencia” “cuál es su estado real de existencia”,
¿Es como algo?, es decir, ¿es como algo tangible que está ahí? ¿está en algún sitio, en algún lugar, en alguna posición, con alguna forma?,
¿O cuando se investiga y mira, la forma de existencia natural de la mente o consciencia en sí (lo que quiere decir, mirar sin fabricación ni manipulación), es una “existencia vacía de ser algo”, es decir, una “mente o consciencia que en realidad está vacía de algo que pueda definirse o encontrarse como algo real llamado mente o consciencia?
Pues este es el punto, tu mente o consciencia, es decir, lo que Tú Eres, el observador o experimentador de todas las cosas siempre está ahí,
Pero su forma de estar no es como algo o alguien, sino que es vacío como el espacio;
Por lo tanto, esto quiere decir que la mente, la consciencia, el yo, el observador, el experimentador, aunque conoce, aunque piensa, aunque experimenta y observa, en realidad lo hace desde su realidad verdadera que es el vacío,
No desde una entidad real, tangible; no desde un “alma” que posee dimensiones, forma y color,
La implicación de esto, es que la mente o consciencia, el “yo”, en su estado originalmente puro e intocable, no fabricado, es absolutamente libre, es eternamente libre, es totalmente perfecto, es primordialmente puro,
Ya que, el vacío implica todas esas cualidades intrínsecas o naturales en eso mismo.
Ahora, si uno pone pegas, y dice, “pero es que yo no puedo practicar”,
O “es que yo estoy muy liado con muchas cosas”,
O “es que yo tengo muchos obstáculos” etc., etc.,
En primer lugar, tiene que darse cuenta, de que para decir eso, el “yo”, la consciencia en sí es lo primero que tiene que estar,
Y el “yo”, acabamos de ver, que es simplemente la mente o la consciencia en un estado originalmente natural, tal y como es, que es vacío de ser algo, que no implica una no existencia, sino más bien implica que, aunque hay conocimiento, ese conocedor y conocimiento es vacío de ser algo tangible, encontrable o sustancial.
Por lo tanto, esto quiere decir que el “yo”, la mente o la consciencia son puros, porque al ser vacíos, no pueden ser tocados por el tiempo, ni la forma, ni el pensamiento, ni la energía, ni por nada,
Pero si Eso no está ahí, ¿cómo va a estar otra cosa que es conocida por Eso?
Esto implica la posterioridad de eso que se piensa o siente, frente a la anterioridad de Eso que conoce y desde donde se da ese conocimiento.
Esto quiere decir, que Tú, el estado real y puro de lo que Tú Eres, de la mente o consciencia en sí, siempre está ahí,
Pienses en ello o no, medites en ello o no, sientas que puedes o no, creas que vas a conseguirlo o no,
Eso siempre ES, y siempre ESTÁ, Es lo que Es Eternamente.
Por lo tanto, en este contexto, ¿qué es la práctica de Dzogchen, de la Gran Perfección Natural?
Pues simple y llanamente el hecho de ser consciente de Eso que Es, que Está ahí en su estado natural de conocimiento, y nadie puede negar que no está, porque para negarlo, Eso Ya Tiene que Estar,
Esto es lo que en las enseñanzas quiere decir que: “Ningún ser está nunca separado de la naturaleza de Buddha, es decir, de la Mente Despierta”.
Si uno dice “no puedo verlo”, automáticamente esto implica que Tú, lo que Ya Es, el Despertar Natural de Tu Propia Mente, ya está ahí en ese estado originalmente puro y consciente, porque si no ¿quién dice que no puede verlo? ¿no es Eso Mismo? ¿no tiene que estar ahí para decirlo?
Por lo tanto, si Eso ya Está y Es, lo que Es por Sí Mismo, darte cuenta de Eso, Eso es la Visión, el Reconocimiento de la Realidad Verdadera Tal Cual Es, la Mente Despierta Directa, sin fabricación, sin manipulación, sin hacer o no hacer, sin conseguir o no conseguir,
Eso es Dzogchen, eso es lo que ya habíamos hablado de la Re-Iluminación,
Es decir, Reconocer lo que Eres Directamente, por el hecho de que Tú lo Conoces Todo,
Sin Ti no hay nada, no habría nada, no aparecería nada,
Y por lo tanto, Tú Eres Anterior a Todo, Tú Eres lo Primordialmente Lúcido, Consciente y Despierto, por Ti Mismo, sin necesidad de nada externo, más allá de las causas y condiciones.
Y esto es lo que se llama Despertar a Tu Propia Realidad Innata, esto es Sabiduría Innata, porque no es dependiente de ningún factor que pueda estar dentro o fuera, ya que nada cae dentro o fuera, todo se da en Ti, simple y llanamente, no hay nada aparte de Ti, en realidad Todo Eres Tú, pero Tú no significa alguien, no es un individuo con tal y tal personalidad,
Tú Eres solo Consciencia Pura, que está Eternamente Presente,
Esto es la Re-Iluminación de Dharmakaya Samantabhadra, y esto es lo que se llama el beneficio personal, es decir, tú consigues tu propia liberación, tu propia paz.
Liberación de una confusión adventicia, porque en realidad, en Eso Que Es, al ser Vacío de Forma Natural, es Primordialmente Libre, Eternamente Libre por Sí Mismo.
Pero la cosa no acaba ahí, sino que, de forma natural, sin necesidad de fabricarlo,
El Dharmakaya contiene en potencia y en relación con los seres que todavía no han visto esa verdad, la manifestación o emanación de los dos cuerpos de la forma. En este sentido el Dharmakaya es como el sol mismo, la luz del conocimiento de donde todo emana, la esfera del ser dentro del espacio básico primordial.
El primer cuerpo, es el cuerpo de pureza y luminosidad llamado Sambhogakaya, el cual hace referencia a todos los tipos de cuerpos y realidades luminosas en estados puros de percepción, como los cuerpos de las cinco familias de Buddhas, las tierras puras etc., y un sinfín de cualidades extraordinarias de trasmisión y transformación para los seres. En este sentido, esto es como la radiación de los rayos del sol, donde se da la apariencia espontánea de los cuerpos que muestran las marcas mayores y menores de la perfección o los llamados cuerpos de gozo de los Buddhas, los cuales manifiestan las tierras puras que aparecen como un arco iris.
El segundo cuerpo, llamado Nirmanakaya, es el cuerpo de manifestación en todos los reinos impuros de samsara, los cuales aparecen de acuerdo a la necesidad y particularidad de los seres que todavía están sujetos al círculo de la existencia condicionada. Este cuerpo de manifestación muestra el camino de múltiples formas de acuerdo a la capacidad de asimilación de los recipientes, es decir, a veces enseñan el camino gradual, el camino de los actos virtuosos, el camino de la purificación, el camino de los shravakas, pratyekabuddhas y bodhisattvas, al igual que también los caminos rápidos como tantra, dzogchen etc. En este sentido, esto es como cuando los rayos llegan a cualquier sitio bajo cualquier circunstancia, es decir, pueden entrar en cualquier nivel de la manifestación para guiar a todo tipo de seres impuros, es como la coagulación o reflejo de esos rayos adoptando cualquier tipo de forma. Estos cuerpos son la apariencia de buddhas, bodhisstavas y todo tipo de maestros que surgen debido a la compasión y la aspiración de seres afortunados, y la forma de apariencia está de acuerdo con circunstancias favorables, es impredecible y es transitoria.
Estos dos cuerpos de manifestación aparecen de acuerdo con la necesidad de los seres y como la actividad de la mente iluminada que nunca abandona la pureza primordial de la mente omnisciente de no dualidad, el Dharmakaya.
Por lo tanto, el proceso de la Autorealización o Autoiluminación no es imposible,
No está lejos ni cerca, no está en otro tiempo o era,
No está fuera de nuestra mente o experiencia,
No se sale de nuestros pensamientos y actividades diarias,
No cae más allá de nuestro cuerpo y mundo de percepción,
No puede ser difícil ni fácil, ni más o menos accesible,
Simplemente porque Tú siempre Eres Eso, siempre Estás.
Estás antes que nada, Estás en Todo, por lo tanto, si Tú Ya Estás,
Si simplemente reconoces Eso, Eso es la Visión, la Meditación, la Acción y el Fruto.
El que buscaba ya ha encontrado, porque Se Ha Encontrado a Sí Mismo,
Ya que, te das cuenta de que Antes de buscar, Tú Ya Eres, ¿o no es así?
¿Hay alguien aquí que pueda negar su propia existencia?
¿Y, qué es esa existencia?
¿Hay realmente algún obstáculo para poder ver lo que Es Eso directamente?
¿Qué hace falta para que Eso se vea a Sí Mismo?
¿No veis que no hace falta nada? Que simplemente Eso es lo Que Es en Sí Mismo y Por Sí Mismo, ¡y para verse no necesita nada!
¡Sólo saber reconocerse a Sí Mismo, saber mirarse a Sí Mismo!
Pero como Eso Siempre Es y Está, ¿Quién puede decir que no puede verlo, que no puede reconocerlo?
¿Quién puede decir que necesita alguna otra cosa para hacerlo? ¿Para iluminarse, para despertar?
¿Es que Eso no Está Ya Despierto? ¡Por Dios Santo…! ¿Es que no Se Ve con Absoluta Claridad?
¡¡¡Si lo Único que Hay Es Claridad!!! ¿No os dais cuenta?
¡JA JA JA JA JA JA……!
Pues esta risa se llama la Carcajada Vajra, la que ha Visto la Ilusión y la Verdad, y se ha dado cuenta de que TODO ES INEFABLE….
Buenas Existencias a Todos….
Que estas simples y directas enseñanzas puedan purificar los velos de innumerables seres sintientes,
Que el beneficio sea puro, sea eterno, sea inconmensurable,
Que llegue a todos los seres sin tardanza y sin obstáculos,
Que puedan liberarse todos los seres de los reinos y experiencias de sufrimiento y confusión de forma natural.
Santo Guru, que eres la Esencia de Todas las Cosas, la Joya que Otorga los Deseos,
Por favor, que se cumplan estas aspiraciones puras.
T.T ó “X”