Si tú vieras lo que yo veo, verías como nada cambia ni se mueve. Realmente todo es un flujo de consciencia única inamovible en su realidad verdadera de ser vacía, aunque lo manifiesta todo dentro de ese vacío y todo lo manifestado es igual de vacío. Por lo tanto, nada se mueve, nada se desplaza, nada evoluciona, ni cambia, o sea que, desde la realización, dan igual las apariencias, que el cuerpo aparezca o no, que se enferme o no, que envejezca o no, que haya poderes o no, nada es importante. Sin embargo, todo es un flujo continuo de compasión y sabiduría. Es realmente una liberación natural, espontánea y primordial, sin conceptos de liberarse o no. Esa es la base y esencia de todo, y lo bueno es que, aparte de eso no hay nada más.
Los seres sintientes experimentan la apariencia de cuerpos como reales en un sitio llamado manifestación y samsara, y los buddhas experimentan la misma apariencia de cuerpos, pero saben que son ilusorios, y para ellos no hay distinción de samsara ni nirvana. Por eso aparecen en los dos sitios espontáneamente, y aun así, ellos saben que no aparecen en ningún sitio.
Entonces, en ese estado en el que están los buddhas, que es mental, consciencia, que es la iluminación, para ellos no hay cuerpos aparte de la consciencia en sí, ni mundos, ni manifestación, ni seres, ni compasión ni nada aparte de la consciencia en sí, eso es la realización.
Luego, algunos aparecen con unos cuerpos, con unas cualidades y otros con otras. Unos aparecen más y otros menos. Pero al final, en realidad todos son iguales, todos son uno, porque ya han realizado la unidad de todo en sus consciencias. Por eso no van ni vienen, no aparecen como algo o nada, no son nada de lo que nosotros vemos ni creemos ni sentimos.
La muerte no existe, ni la vida tampoco. Al menos, no [existen] como opuestos. Simplemente existe la consciencia pura vacía que es lo único que hay. Y de ahí se expresa eso y todo es eso, por lo tanto los opuestos en ella no existen. Los opuestos son una apariencia ilusoria en la consciencia que es ininterrumpida, es un flujo continuo de ser consciente, totalmente imparcial, y más allá de ser algo o nada. No cabe en ningún concepto ni en un ningún sitio. No se puede coger ni soltar porque no es algo concreto, es libre y puro en esencia eternamente, y nosotros somos eso. Eso es la iluminación y su apariencia ilusoria, eso es Dios y su creación, eso es Brahma y satchidananda, nada más, solo hay eso.
Pero hay que entender que la apariencia ilusoria, o la creación, son solo los propios rayos de esa iluminación, nada más. No es la iluminación ni la realidad ultima como tal, es solo su reflejo. Es como el sol y sus rayos, los rayos en sí, o su reflejo, no son el sol, pero no pueden existir sin él, están hechos de él. Toda esta apariencia con todo lo que incluye, no es la consciencia pura, pero está en ella, y sin ella no puede existir, claro. Sin embargo, cuando esta apariencia desaparece, la consciencia pura no desaparece, ¿por qué? porque en realidad, en su realidad verdadera nunca apareció como algo, solo apareció su energía dinámica, su manifestación ilusoria, pero no ella.
Todo esto que te digo, es muy profundo y va al corazón de la revelación
Esa consciencia es el conocimiento de todas las cosas, está en todas las cosas, pero ella no es ninguna cosa, ella es vacía. Por eso todas las cosas son igualmente vacías. Entonces, ver esa consciencia tal y como es, en su realidad fundamental o última, es verla en su estado puro como consciencia, clara y vacía. Es la consciencia vacía la que conoce, pero cuando te das cuenta y profundizas en eso, no hay nada que conocer, porque solo está ella, no hay dos, no hay conocedor y conocido, no hay dualidad nunca y nunca la hubo, ¿entiendes? Es algo muy profundo…
La ilusión, el potencial de energía manifestado, en realidad nunca existió como algo definido o concreto, por lo tanto, no hay nada que conocer, la mente es pura eternamente, eso es la no dualidad. Nadie se ha movido nunca de ser eso, ¿te das cuenta? Nadie ha nacido ni muerto nunca. El nacimiento, la muerte, el beneficio de los seres, es solo un juego ilusorio, sin embargo, se da. Se da en la mente de los seres ordinarios como algo real y concreto, y en la mente de los buddhas como un despliegue vacío e ilusorio, pero es el mismo despliegue.
¿Y cuál es el propósito de eso? no hay propósito. En esencia no surge, eso es lo bueno. Por eso hay iluminación, por eso se habla de Samantabhadra, el buddha primordial, el estado autoliberado, porque en realidad hay un nivel dentro de todos que nunca cae en la ilusión.
La manifestación es espontánea, el beneficio es natural y espontáneo mientras que haya seres confusos. Es algo que se produce de forma interdependiente, pero no hay un hacedor, alguien que instigue eso, alguien que promueva ese juego.
¿Y cómo se accede a ese nivel?
Viendo la realidad de tu mente como dicen las enseñanzas medulares. Esa es la forma directa. Uno tiene que verlo y acostumbrarse a estar ahí. Y conforme eso ocurre, todo se va entendiendo y se va dando. Y llega un momento en el que realmente tú moras en el vacío donde nada se da, donde no has conseguido nada porque nunca perdiste nada, es lo incomprensible.
En realidad, cuesta mucho esfuerzo llegar ahí. El trabajo no te lo quita nadie porque el envolvimiento en la ilusión es tremendo, es un lio bestial, y aun así, todo pende de un hilo, que es el concepto.
Hay que tener fe, devoción e intentar verlo y estar ahí, con sinceridad y honestidad. Si uno se desvincula de los conceptos, eso es lo más rápido, pero tiene que desvincularse simplemente de forma natural, no siguiéndolos, no promoviéndolos, no dándoles valor.
Cada camino tiene su peculiaridad y si uno decide practicar uno, tiene que entenderlo bien. Lo que uno busca de todas maneras es simplemente realizar lo que uno es, lo que la consciencia es y ya está.
Todos los caminos que no van directamente a ver eso se llaman de medios hábiles y todos los que van a eso directamente, se llaman de liberación o sabiduría. El camino de los de medios hábiles está más envuelto en lo ordinario, lo fabricado, y en el de la sabiduría o liberación no hay tanta elaboración, va directamente a la esencia.
