Cuando se empieza a practicar o incluso llevas un tiempo practicando, pasa un tiempo hasta tener una estabilidad natural. Se dice estabilidad natural, porque todas las estabilidades que tienen que ver con un estado, que todavía tiene que ser sujetado con esfuerzo no es una estabilidad a la que se pueda llamar realización.

La realización verdadera empieza a surgir cuando tú puedes estar en eso que tú has logrado de forma natural. Es decir; ya no hay esfuerzo. Sea cual sea la meditación en la cual tú has estado practicando, sea cual sea el fruto que tú obtengas, mientras que el fruto sea con esfuerzo no es una verdadera realización ¿por qué? Porque puede estar todavía influenciado por causas y condiciones. Pero cuando es natural, ya no está influenciado por causas y condiciones, porque ya es natural. Quiere decir que ya todo fluye en esa dirección de forma natural.
Al principio, nosotros, hasta que no llevamos un tiempo en el camino, no profundizamos bien, y no llevamos una continuidad, es decir; no somos constantes en nuestra práctica, no podemos ver lo que estamos haciendo realmente. A veces yo creo que podéis pensar que no os va a dar fruto. ¿Cuál es el fruto de verdad? O sea ¿por qué no experimento ningún fruto de verdad, ningún fruto estable, ningún fruto consistente todavía? Pero claro, es que no os dais cuenta de que esto es como plantar una semilla, como hacer una comida, o poner un huevo, o sea; tú no puedes llegar al fruto de esa comida, de ese huevo, de esa semilla o de esa fruta, si no pasas todos los procesos, si tú no haces todo lo que tienes que hacer para llegar. ¿Y cómo puedes desechar cualquiera de todos esos estados anteriores a llegar al fruto? Si desechas cualquiera no puedes llegar al fruto. Todos son totalmente necesarios para llegar al fruto. Entonces, aunque vosotros a lo mejor, a veces meditéis en el ¿Quién soy yo? O en el mantra y no veis todavía a dónde os lleva, no veis cuál es su fundamento, realmente todavía no despierta algo sólido que podáis ver en vuestra vida, como experiencia que os ayuda a transformaros. Independientemente de sí lo experimentáis o no, eso no quiere decir que no estéis haciendo lo correcto.
O sea; que una vez que sepáis cuál es el camino correcto porque tenéis instrucciones y realmente vuestra mente empieza a aclararse y ya ha empezado a caminar, es sólo cuestión de seguir poniendo las circunstancias juntas para que un día experimentéis el fruto. Es así, y no lo digo sólo por los textos. Los textos lo dicen, pero lo digo yo también, es así.
Lo único que no podéis hacer es parar, porque si paráis no llegáis, nunca. Parar es como parar una comida a mitad; entonces te la vas a comer cruda, cruda no podéis experimentar satisfacción. Llegar hasta el final es poder comérsela bien, poder saborearla, poder disfrutarla, y eso es.
