Lo más importante es examinar tu motivación porque eso es lo que determina si tu acto realmente va a ser bueno y beneficioso, o va a ser negativo y te va a producir sufrimiento. Por lo tanto, más que un acto, es tu motivación lo que determina el fruto del acto.
Entonces, una vez que tú examinas tu motivación, si tu motivación está basada en tu importancia personal, en agarre a tu entidad, en un beneficio personal; eso se llamaría un acto impuro o un acto incorrecto que promueve tu sufrimiento. Eso se llamaría también un acto incorrecto porque no lleva a donde tú buscas, que es felicidad; sin embargo, si haces un acto con verdadero altruismo pensando en el beneficio de todos los seres, da igual qué acto sea, se convierte en un acto virtuoso. Esos son los actos que le dan sentido a tu vida, que finalmente te hacen sentir en paz y satisfecho; pero todos los actos que están sujetos al beneficio personal, lo que se llaman actos egoístas, todos producen sufrimiento.
