A nivel general, se dice que, ser genuinamente generoso, es la mejor manera de atraer la abundancia. Tú tienes que intentar ser lo más genuinamente generoso. Porque no es cuestión de dar, podrías dar lo que quisieras. Pero en el momento en el que esperas algo a cambio, el acto se ensucia y ya no acumulas la virtud. Por lo tanto, la abundancia no crece.
Pero si eres generoso y quieres dar por el hecho de dar, eso tiene un efecto. Cuando das sin agarrar nada, es como que ese efecto se multiplica en toda la manifestación. Sin embargo, cuando agarras (o esperas algo de vuelta), el acto, que contiene una energía [concreta] no permite que se multiplique en toda la manifestación, así que lo que acumulas es mínimo. Entonces, tus actos tienen que ser genuinos, quiere decir, verdaderamente altruistas, sin esperar nada a cambio, si no el fruto no puede ser inconmensurable.
