Qué es la relajación
Vamos a hablar un poco de lo que es la relajación y de lo importante que es conocer este estado y vivir en él, el máximo tiempo posible.
Podríamos pensar que la relajación no es meditación, podríamos pensar que es algo muy básico que todo el mundo conoce, pero lo cierto es que hoy en día, un gran porcentaje de la población sufre por la falta de relajación. No damos la importancia suficiente a aprender a relajarnos.
Como mucho, cuando nos vemos muy agobiados o al límite, entonces nos ponemos una relajación guiada, o música para ayudarnos a entrar en relajación, pero no somos capaces de generar ese estado por nosotros mismos.

Hoy en día, la gran mayoría de las enfermedades son psicosomáticas, es decir que son el resultado de una mala gestión emocional, de no saber cómo manejar el estrés, las malas noticias, las preocupaciones, etc.
Todo esto, produce gran variedad de enfermedades que, aparentemente no tienen nada que ver con la tensión o el estrés… El insomnio, por ejemplo, es un signo claro de falta de relajación, pero otros problemas, como pueden ser úlceras, eccemas, gastritis, pérdida de memoria, herpes, gingivitis, parálisis, etc pueden ser causadas por no poder relajarse correctamente.
Cuando forzamos el organismo con excesiva tensión es como llevar el coche a toda velocidad en una marcha corta, el motor va forzado y eso, sabemos todos que trae problemas.
La relajación es una actividad fundamental
La relajación es fundamental para el ser humano. Normalmente es en el periodo de sueño cuando más relajación sentimos, y es en esa fase donde el organismo a nivel general se recupera y se regenera, por que entra en modo “ahorro de batería”, o sea que tiene un desgaste mínimo.
Pero hay gente que ni siquiera cuando duerme puede relajarse, aprietan la mandíbula, chirrían los dientes, tienen sueños horribles y esto acelera por tanto la enfermedad y el envejecimiento.
Si nosotros consiguiéramos mantener un estado de relajación más continuo, el desgaste sería diminuto y permite al organismo funcionar con equilibrio y tener más energía disponible. Sería como llevar el móvil enchufado a la corriente continuamente.
Ahora, cuando hablamos aquí de relajación, hay que entender que no es sólo el cuerpo el que debe relajarse. Si tenemos una gran preocupación o mucho estrés, y vamos al masajista o al spa, puede ayudarnos mucho, porque, como sabemos, cuerpo, emociones y mente están conectados entre si, y lo que hacemos con uno, influye en los otros. Pero está claro que se queda a un nivel parcial. Por eso hay que aprender a relajar voluntariamente las tres partes: el cuerpo, las emociones y la mente.
Para ello, existen diferentes formas, métodos y técnicas. Descubre aquella con la que más cómod@ te sientas y experimenta una verdadera relajación completa.