Cuando empezamos a meditar o a escuchar sobre la meditación, podemos a veces liarnos un poco con lo que esto significa exactamente porque a veces oímos que la meditación consiste en dejar la mente en blanco, otras veces, que se trata de estar en el momento presente, otras que es más bien cuestión de relajarse…
Entonces primero vamos a definir qué es esto de la meditación y qué es lo que se busca con ello.
Qué es la meditación
La meditación tiene su origen en los caminos espirituales. Es una forma de entrenamiento, un camino en sí mismo, que está compuesto de muchas técnicas, métodos, ejercicios diferentes para conseguir una meta. La meta real de la meditación es conseguir la trascendencia, es decir, ser capaz de experimentar algo más grande y elevado de lo que solemos vivir en nuestro día a día. Un estado que cualquier tradición puede denominar como libre de sufrimiento, y lleno de amor y de paz.

Este es el propósito real de la meditación. Sin embargo, por la trayectoria histórica del materialismo y el individualismo, este camino ha sido diseccionado, parcializado y fragmentado, de manera que se han ido aislando diferentes ejercicios o métodos que están dentro del camino de la meditación.
Este hecho tiene un aspecto positivo y otro negativo. La parte positiva es que, parte de ese camino ha podido llegar a nuestros oídos, y ha tomado formas asequibles para nosotros. Hoy podemos practicar yoga, por ejemplo, o mindfulness sin irnos a un monasterio o hacer retiros o seguir a un maestro. Sin embargo, esta disección produce que los beneficios también sean parciales y fragmentados. Pues cada tipo de meditación puede aportarte un beneficio, pero nunca será integral o nunca alcanzará el profundo resultado que encuentras practicando la combinación y la relación de todos.
Sobre este tema, es posible que hablemos más adelante con más profundidad. Por ahora es importante simplemente que entendáis que la meditación es un camino muy amplio y que su objetivo es también muy profundo. Y nos iremos acercando a él progresivamente.
Si hablamos a grandes rasgos y de forma simple, podemos decir que la meditación sirve para entrenar la mente. Lo podemos comparar con el ejercicio físico que hacemos para entrenar nuestro cuerpo. Existen muchas formas de entrenarse a nivel físico. El cuerpo tiene cualidades como son la fuerza, la resistencia, la flexibilidad… y dependiendo de la cualidad que quieras desarrollar y de la parte del cuerpo que te interese trabajar, vas a usar un ejercicio u otro. También depende del resultado que quieras obtener, es decir ¿quieres ser fuerte para poder elevar 50 kilos o quieres tener más fuerza para elevar 100 kg? Bueno, pues dependiendo de tu objetivo, puedes hacer otros ejercicios o entrenarte de otra manera.
Con la mente es exactamente igual. La mente tiene facultades diferentes, como la memoria, la concentración, la alerta, la flexibilidad, la disciplina, la paciencia, la generosidad, la determinación, la confianza, etc. Y todo esto son cualidades que tenemos débiles, poco entrenadas, como un músculo flojo…
Lo que pasa que, como la mente, es la que gobierna nuestra vida, esta flojedad nos afecta mucho más que tener un musculo flojo. Una confianza débil nos puede hacer sufrir mucho, mientras que un musculo flojo, puede darnos algún problema, pero no es algo vital.
Tipos de meditación
Claro, si conocemos los tipos de meditación que hay, podemos saber cual es la que mejor nos puede venir en nuestro caso, dependiendo de nuestras circunstancias. Pero cualquiera de ellas nos produce cierto tipo de beneficio general que puede traer bienestar a nuestra vida.
Y este bienestar es la base, es como querer mantener el cuerpo en forma, simplemente para que esté bien, funciones bien… sin interés en sacarle más partido de ninguna manera.
- Relajación
- Meditación analítica
- Auto investigación
- Alerta consciente o mindfulness
- Meditación para concentración
- Meditación trascendental o vipasana
- Observación consciente
- visualizaciones
- meditación sentada o andando
- meditación en la acción
- meditación contemplativa
- meditación con música
- meditación con mantras
- meditación para la compasión y el amor (tong len)
- y un largo etc.
o sea que hay para todos los gustos y circunstancias. ¿Por qué no practicarla?