
Un camino mental
En occidente hemos cultivado mucho el intelecto y en la ultima época nos fiamos solo de los que nos dice nuestra mente. Le hemos dado muchísimo poder a lo que dice la razón y la lógica y a lo que es empírico. El camino budista es totalmente empírico y por eso nos es más familiar. Trata de buscar cómo yo experimento mi mente y cómo funciona, pero a través de la propia experiencia. Entonces esa costumbre de fiarnos de la mente y de que si no lo vemos no lo creemos, etc. nos da cierta seguridad y confianza porque sentimos que no nos están engañando. Y eso es importante para poder abrirse a ese autoconocimiento. Es como que, lo que me dicen me resuena porque yo mismo me baso en esas mismas herramientas para entender lo que pasa a mi alrededor, qué es esa mente y ese análisis. Entonces, todo lo que está explicado, lo que está clasificado, lo deducido por lógica, nos atrae y nos sirve.
Entonces, el budismo tiene estas técnicas de análisis e investigación sobre lo que ocurre en mi mente, cómo surge un pensamiento, que está pasando… y lo podemos comprobar de una forma directa. Nadie nos puede engañar porque somos nosotros mismos los que estamos viendo y experimentando en primera persona lo que está ocurriendo. Y esto nos da confianza y seguridad.
Explicaciones y comentarios
Otra de las virtudes que tiene el budismo es que muchos sabios y eruditos de esa tradición se han dedicado a explicar extensamente los textos sagrados; y a comentar una y otra vez su significado, sus diferentes niveles de comprensión, cuál es la experiencia que debes tener, cuáles son los resultados de esa meditación, o cuales son los signos que tienes que experimentar. Y todo está realmente detallado, clasificado, jerarquizado. Esto hace surgir enseñanzas como : los 4 pensamientos inconmensurables, las 6 perfecciones, los 3 tipos de sufrimiento,… Ese orden y esa clasificación nos da confianza y nos hace sentir seguridad de que nada se escapa, ni es mágico o incomprensible… Por lo tanto, nos ayuda también a entrar más profundo en ese conocimiento. Y a abrirnos a tener esa experiencia, a practicar y ver si nosotros mismos podemos conseguir ese logro o esa realización.
Vocabulario “Virgen”
Otra cosa favorable es que pertenece a otra cultura y por lo tanto usa un vocabulario “nuevo” o “virgen” para nosotros. Es decir, se expresa con palabras que no están contaminadas ni acarrean ningún prejuicio o preconcepción. En nuestra cultura, por nuestra historia, algunas palabras como devoción o sacrificio pueden estar manchadas o tintadas de juicios que nos generan de entrada un rechazo y una incomodidad. Aquí aprendemos un camino desde cero, y por lo tanto, ese filtro que nos impide un acercamiento más profundo, nos lo evitamos.
Tu vida en tus manos
Otro punto a favor es la noción de que todo está en tus manos. Puesto que esta tradición no cree en un Dios creador, habla de la mente como la creadora, y por lo tanto te responsabiliza de todo lo que ocurre y experimentas en tu vida. Para algunas personas puede ser un gran peso porque no puede poner excusas para justificar su sufrimiento. Sin embargo, el aspecto positivo de esto es que ya no dependes de que los demás cambien o de que la sociedad cambie, para encontrar tu propio bienestar. Todo depende de ti, por lo tanto, te da independencia y libertad. Tu tienes las llaves y eres el que tiene el control de tu vida, de tu mente, de tu cuerpo y de tus emociones. Eres quien dirige tu viaje. Este poder está en tus manos, pero sólo ganas verdadero control cuando te entrenas en domar tu mente, trabajas tus emociones y entonces te haces dueño de ti mismo. Mientras no hay dicho entrenamiento, son los pensamientos, las emociones y los demás, los que te llevan de un lado a otro sin control ninguno.
Una tradición viva
Por ultimo, mencionar la importancia de que el budismo es un camino vivo, donde multitud de personas hoy en día pueden demostrar y experimentar en primera persona la eficacia y los resultados de estas técnicas. Esto hace que la transmisión de ese conocimiento esté viva, puesto que está actualizada en las personas que lo transmiten y la enseñanza viene con esa energía impresa.